NOTÍCIAPrueba de madurez para Bojan, el "9" del Barça
Tiene apenas 20 años, pero ya no es aquella encantadora novedad, el niño al que se le caían los goles desde alevín y que hacía gracia a todo el Camp Nou en cuanto salía a calentar. Bojan Krkic ha iniciado ya su cuarta temporada en el primer equipo y todo pinta a que afronta una fase crucial para su carrera que, por su bien y el de su equipo, exige que afronte con madurez profesional. Ahora lleva el '9' del Barça y eso, digan lo que digan y lo vistan como lo vistan, obliga a mucho. Sobre todo, obliga a meter goles. Y Bojan no los está metiendo en este inicio de temporada.
De momento, el delantero de Linyola ha intervenido en diez partidos oficiales y la puntería le está dando la espalda. El runrún del Camp Nou con él fue evidente el domingo, durante el Barça-Mallorca. Es la ley del fútbol: la necesidad de lograr el gol salvador que no llega lleva inevitablemente a mirar al delantero centro, aunque éste juegue por la izquierda. Igual que cuando un equipo encaja demasiado al primero que fiscalizan es al portero. El '9' es una apuesta seria, un número que luce o pesa más que ningún otro.
El desafío de Bojan es demostrar que está preparado para disfrutarlo y no para sufrirlo. Evitar que nadie se pregunte si es el ariete del Barça. Tras aquellos meses primerizos en que toda la corriente de opinión le era abrumadoramente favorable, Bojan está viendo la otra cara del fútbol. Hay debate con él. Si lo gana, habrá crecido porque se habrá endurecido.
El canterano vive en una paradoja: por primera vez percibe la voz del escepticismo popular respecto a su papel y, justo al revés, por primera vez está mejor posicionado que nunca para los técnicos en el ránking de delanteros del Barça. Es el relevo de David Villa, sí, pero sin Samuel Eto'o, sin Thierry Henry y sin Zlatan Ibrahimovic en la plantilla, el protagonismo de Bojan ha subido tanto como su responsabilidad. "No es presión, es ilusión". Con esa idea que suena a lema pidió Bojancambiar el dorsal '11' por el '9' que liberó la marcha de Ibrahimovic al Milan. MD le puso a Bojan en portada la camiseta con el '9'. Curiosamente, ahora que tiene más minutos que nunca con Pep Guardiola, el gol se le resiste. Su reto es demostrar que esto es una mala racha y punto, como le pasa a todos los delanteros. Guardiola, en sus ruedas de prensa, siempre sonó a frío con Bojan cuando todo el mundo le reclamaba. El domingo, en cambio, fue extraordinariamente cálido con un futbolista que jugó con esa inquietante música de fondo del Camp Nou. "Ya verá puerta a la próxima, Bojan es fantástico cerca del área", enfatizó el técnico, estratégicamente dispuesto a remar contracorriente, algo que debió aprender de Johan Cruyff.
Ahora le toca a Bojan devolverle al técnico su voto de confianza. Sus antecedentes demuestran que no se arruga y en situaciones mucho más delicadas para la suerte del equipo que la actual: la pasada campaña empezó de último delantero y acabó de titular justo cuando falló el 'feeling' con Ibra y el Barça se jugaba la Liga. Bojan respondió metiendo goles de título. ¿Por qué no va a hacerlo ahora?
De momento, el delantero de Linyola ha intervenido en diez partidos oficiales y la puntería le está dando la espalda. El runrún del Camp Nou con él fue evidente el domingo, durante el Barça-Mallorca. Es la ley del fútbol: la necesidad de lograr el gol salvador que no llega lleva inevitablemente a mirar al delantero centro, aunque éste juegue por la izquierda. Igual que cuando un equipo encaja demasiado al primero que fiscalizan es al portero. El '9' es una apuesta seria, un número que luce o pesa más que ningún otro.
El desafío de Bojan es demostrar que está preparado para disfrutarlo y no para sufrirlo. Evitar que nadie se pregunte si es el ariete del Barça. Tras aquellos meses primerizos en que toda la corriente de opinión le era abrumadoramente favorable, Bojan está viendo la otra cara del fútbol. Hay debate con él. Si lo gana, habrá crecido porque se habrá endurecido.
El canterano vive en una paradoja: por primera vez percibe la voz del escepticismo popular respecto a su papel y, justo al revés, por primera vez está mejor posicionado que nunca para los técnicos en el ránking de delanteros del Barça. Es el relevo de David Villa, sí, pero sin Samuel Eto'o, sin Thierry Henry y sin Zlatan Ibrahimovic en la plantilla, el protagonismo de Bojan ha subido tanto como su responsabilidad. "No es presión, es ilusión". Con esa idea que suena a lema pidió Bojancambiar el dorsal '11' por el '9' que liberó la marcha de Ibrahimovic al Milan. MD le puso a Bojan en portada la camiseta con el '9'. Curiosamente, ahora que tiene más minutos que nunca con Pep Guardiola, el gol se le resiste. Su reto es demostrar que esto es una mala racha y punto, como le pasa a todos los delanteros. Guardiola, en sus ruedas de prensa, siempre sonó a frío con Bojan cuando todo el mundo le reclamaba. El domingo, en cambio, fue extraordinariamente cálido con un futbolista que jugó con esa inquietante música de fondo del Camp Nou. "Ya verá puerta a la próxima, Bojan es fantástico cerca del área", enfatizó el técnico, estratégicamente dispuesto a remar contracorriente, algo que debió aprender de Johan Cruyff.
Ahora le toca a Bojan devolverle al técnico su voto de confianza. Sus antecedentes demuestran que no se arruga y en situaciones mucho más delicadas para la suerte del equipo que la actual: la pasada campaña empezó de último delantero y acabó de titular justo cuando falló el 'feeling' con Ibra y el Barça se jugaba la Liga. Bojan respondió metiendo goles de título. ¿Por qué no va a hacerlo ahora?
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