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Reconocida por él mismo desde hace tiempo, Bojan Krkic es la asignatura pendiente de Pep Guardiola. “No hay persona más feliz en el mundo que yo cuando Bojan marca. Y Bojan marca siempre. Me siento en deuda con él porque siempre que sale, responde. Pero es joven, no lo olvidemos”, fueron las palabras del técnico del Barcelona el pasado mes de abril, después de que le hiciera dos goles al Athletic. A partir de ahí, el delantero desbancó a Ibrahimovic y no sintió la presión de la titularidad en el tramo final de temporada atiborrándose a goles.
Era la primera vez que Bojan, después de tres temporadas en el primer equipo, gozaba de continuidad, y sacó buena nota. A sus 19 años ya ha jugado la increíble cifra de 128 partidos oficiales, pero en la mayoría de las ocasiones desde el banquillo, o ante rivales de perfil bajo. Excepto en la Copa del Rey de hace dos temporadas, apenas ha resultado decisivo en ningún título de los muchos que hay en su palmarés. Sus condiciones son sobresalientes y cuando se le han dado minutos en su posición ideal, la de ‘9′, ha respondido. Jugando en la punta de ataque era, y sigue siendo, una de las mejores promesas del fútbol español. De hecho, Ginés Meléndez, sabio de las categorías inferiores de la Federación, por cuyas manos han pasado los mejores jugadores españoles de los últimos años, le considera el mejor jugador en edad juvenil que ha tenido a sus órdenes.
Situado en la punta de ataque anotó siete goles en la recta final de la temporada pasada. Cierto es que Messi tenía libertad y se movía entre los centrales, pero Bojan también, y en la mayoría de sus goles se aprovechaba de los espacios que dejaba el argentino. Es por eso que no comprendí su posición en la vuelta de la Supercopa. Sin Ibrahimovic ni Villa en el once parecía una buena ocasión para que diera un golpe sobre la mesa. Pero anclado en la banda pasó desapercibido, como de costumbre. La sombra de Eto’o, y el año pasado de Ibrahimovic, le ha condenado al extremo, pero nunca ha dado señales de amoldarse a ese puesto.
Lo cierto es que Pep Guardiola es el primero en tener fe en sus posibilidades. Las ofertas de cesión en las últimas temporadas siempre han sido rechazadas porque está convencido de su potencial y me huele que, en cierta medida, su desconfianza en Ibrahimovic está relacionada con la progresión de Bojan. Si el sueco termina marchándose, a buen seguro no llegará nadie porque, como dice Pep, “siempre que sale Bojan, responde”. El inmaculado y ejemplar trato a la cantera de Guardiola tiene ese lunar. Y él lo sabe.
Sportyou, 22/08/2010
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